va de moderno...

music is my radar...

Sunday, December 31, 2006

va de moderno con...the diableros


con una voz que hace un guiño a alguna etapa tardía de david bowie, the diableros beben de la distorsión y de un toque retro y recogen el sonido sonic youth-jesus and mary chain-my blody valentine-arcade fire-experience para crear el propio, los últimos en aventarse y aventurarse en este sonido y salir casi bien librados -los que lo intentaron últimamente y casi lo logran: brmc-; la cosa más extraña que nos haya pasado? responde su cantante Pete Carmichael a la revista now magazine: "la idea de que a la gente le guste esta banda y lo que está haciendo" (se refiere a la edición y el impacto que ha representado You can´t Break The stings in Our Olympic Hearts), y es que You can´t break the strings in our olympic hearts es un disco que a pesar de tener todos los elementos para dejar momentos y emociones en sus canciones -tanto en la música como en las letras-, todavía le falta ese último tramo por recorrer que ya recorrieron sus paisanos de arcade fire o broken social scene para colocarse como el colectivo de toronto a seguir en próximas entregas; mientras, dejan dos o tres pinceladas de buen indie o art-rock para la posteridad, de ellos depende en convertirse en los próximos broken... o caer estrepitosamente como los stills en su segundo disco...

*el disco completo y legal lo pueden comprar vía online en www.emusic.com

va de moderno con...el palacio de lasflores

El palacio de las flores nos regresa a Andrés Calamaro. Producido por Litto Nebbia -músico mítico de la escena argentina y quien también colabora con letras- y apoyado por vicentico y algunos integrantesde la bersuit -la banda que lo acompañó en sus conciertos de "el regreso"-, nos regresa a un Calamaro que desde el Salmón no escuchaba -incluso escuchen el inicio de la canción el salmón con el inicio de el tilín del corazón de este último disco y el sonido es muy muy parecido-, el Calamaro de letras pegadizas, el de los arreglos, el de coros sencillos, y fáciles de recordar y que navega, otra vez y sin documentos, con la bandera rock, pop, tango y así. Como lo hiciera en el disco homenaje a cuino y sus amigos con la versión de la canción nena, en este palacio de las flores hay también cabida para una reinterpretación de contigo aprendí del mítico Armando Manzanero o de Rosemary del propio Nebbia, con arte incluido en la portada de una foto de robert freeman -mítico fotográfo de sesión de varias portadas de los beatles-; sobre todo, hay cabida para un reencuentro del Calamaro de hoy con el Calamaro de siempre en el sentido musical y lírico -basta con escuchar corazón en venta- y que recupera aquél sonido extraviado hace varios discos ya; así es, todo parece indicar que Calamaro está de regreso, ya lo había indicado con aquellos conciertos con Ariel Rot, y si está reseña está hecha de muchas autoreferencias al mundo del calamaro anterior, es porque ésas autoreferencias están también puestas en cada una de las canciones de El palacio de las flores, les toca encontrarlas...

va de moderno con...la music

Nunca he sabido cuantificar mi música, tal vez la única lista que exista es la del contador de itunes que registra cada vez que una canción ha sido tocada, pero no es tan específica ni segmentada como para decirme a que año pertenece la canción, el estilo o la fecha de lanzamiento del sencillo, yo sólo escucho música y es a través de esos acordes, armonías y letras que pasan en mi vida y se quedan, que comience la exploración...

va de moderno con...las listas

siempre he creido en la importancia de los números, números para denotar, que a través de ellos connotan y permiten hacernos a la idea de algo, de, irremediablemente, con un número, dar una cualidad a un objeto o una persona por el lugar que tiene a través de un número: es el primero, el uno, es el que más dinero tiene, el número lo avala, es el que más gana, es el que más autos tiene, no se le cuenta ningún antecedente penal, etc.

¿Es esta manía de cuantificar todo lo que hace a una persona perder su calidad de ser persona y convertirse en un número?, incluso, si descompusieramos esta serie de palabras y letras ( o de imágenes si las tuviera) nos daríamos cuenta que entramos a un código de ceros y unos que,ordenados de forma tal, dotan de significado y ofrecen la capacidad de establecer relacionas comunicativas -que no se darán hasta que exista un o unos comentarios, lo quesignifica la respuesta al estimulo por parte del receptor-.

Casi en todo funciona el número, y en el arte no es la excepción, hoy en día definimos el éxito de un artista sobre todo por lo que vale "socialmente" (tal vez el caso del cine pueda ser la excepción, otro día abordaré ese "arte"), un artista es más grande en cuanto su arte sea valorado en números -pueden ser euros, dólares o pesos mexicanos-, y es justamente aquí donde surge la otra pregunta: ¿ tenemos que darle un valor númerico a las expresiones artísticas ? y el valor numérico puede ser expresado de varias formas: el número de visitantes anuales que recibe el louvre para ver la gioconda o el gernika, el monto que ha alcanzado la última pinturo de jackson pollock, el número de copias vendidas de un disco, el número de boletos que vende una obra de teatro, el dinero que hace la última película de almodovar, ¿ es válido en el arte utilizar este modelo?

El arte, según una de las definiciones del Diccionario de la RAE, está definido como la "Manifestación de la actividad humana mediante la cual se expresa una visión personal y desinteresada que interpreta lo real o imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros"; si se expresa una visión personal y desinteresa, ¿porqué es que nosotros, los que no somos los que expresamos esta visión, es decir, los que no hacemos arte todavía, nos empecinamos en que así sea y le dotamos de un interes casi siempre mercantil.

Todo este asunto viene a colación por una de las actividades más hechos durante estos últimos días (si no has reparado en la fecha de publicación en este artículo, te digo que es 31 de diciembre, el año lo pones tú): el hecho de cuantificar las cosas favoritas y expresarlas en listas: mis mejores momentos del año, los mejores discos del año, las mejores películas del año, mis bochornos del año, los goles del año, etc. Es así como llega a través de medios masivos de comunicación y medios alternativos -lease la red en todas sus vertientes: podcasts, blogs, myspace, etc.-, revistas especializadas y así, un sinnúmero de listas que intentan ponerse por encima de las demás, y hay tantas listas como personas que le van al barcelona en el mundo, yo soy del atletico.

Y como ya lo dijo calamaro en el palacio de las flores: "no se dice es mala una canción, que temeridad, acusar de maldad a una canción, buena oportunidad de callar, además sólo existe una canción: la que hace tilín en mi corazón";así, que las que hagan tilín en tu corazón, esas son las tuyas...